Vacuna para la otra pandemia: cómo curarse de las reuniones ineficientes

¿Cuántas pandemias nos está dejando la pandemia?
¿Cuántas prácticas no tan saludables corremos el riesgo de que nos queden instaladas? 

Las reuniones ineficientes son una. Y digo “ineficientes” esforzándome en ser optimista. Podés meter en esa bolsa cualquier reunión en la que hayas pensado una sola de estas cosas:

  • ¿Por qué estoy acá?
  • ¿Cuándo terminará?
  • Si miro otra cosa, ¿se darán cuenta?
  • No entiendo quién me convocó
  • Qué extraño ese cuadro detrás de esa persona que está hablando, que no sé quién es, ni de qué está hablando.

Hoy te voy a invitar a tomar la sartén por el mango. Todos somos organizadores de alguna reunión y en eso nos vamos a enfocar: en hacernos cargo. Por eso, te comparto 3 buenas prácticas para volvernos protagonistas del cambio que casi toda organización que sobrevivió a la pandemia, necesita: 

  • No más de 6 invitados

    Parece arbitrario, y lo es. Por supuesto que hay casos excepcionales, pero la realidad demuestra que el 90% de las reuniones tiene asistentes que no tendrían que estar ahí. La digitalización, el hecho de estar en casa, que sea fácil hacer otra cosa y que no haya que moverse para estar, nos hizo menos selectivos con los participantes. Creeme cuando te digo: para la mayoría de las reuniones de trabajo no hace falta más de 6 personas. Diferente es una capacitación o una disertación. Pero si es una reunión para hacer que ocurran cosas, y hay más personas, hay dos opciones: o hay gente de más o deberían ser dos reuniones diferentes.  Entonces: revisá tu próxima convocatoria.  Si te sirve, pensalo en dinero: ¿cuánto vale la hora promedio de los asistentes a mi reunión? ¿Qué gasto genera lo que estoy organizando? ¿Dónde no hace sentido? Y ¿quién no vale la pena que invierta su tiempo ahí? Es extremo pero ayuda a filtrar.

  • Si están ahí, tienen que saber por qué

    Si vos liderás la reunión, liderala en serio. Aclará al principio los objetivos y contá que vas a ayudar a no irse por las ramas y a optimizar el tiempo. Mediá, interrumpí, hacé circular la palabra. Y sobretodo: usá el bloque final para cristalizar las conclusiones y las tareas que se dividen.  No dejes cosas en el aire. No te olvides de agradecer. El tiempo es lo único que realmente tenemos y te lo estamos dando.

  • Si están ahí, los tenés que hacer parte

    Esto sirve para reuniones presenciales pero también para las digitales. Y hacer que la gente sea parte, no siempre es darle la palabra, y mucho menos, es darle la palabra indefinidamente. A veces es necesario pensar dinámicas para sintetizar, para converger, para elegir. En todas (¡todas!) las plataformas de videoconferencia tengo posibilidades de generar interactividad con los participantes.  Hoy te comparto una, pero hay muchísimas y te las voy a seguir contando en próximas oportunidades.

Herramienta: Wordwall

Hacé click en el ícono y probá lo que armé. Esto es Wordwall. Una herramienta que quiero compartirles porque me encanta lo que genera, es gratis y es muy fácil de usar. Pero además quiero contarles cuándo la uso y cómo la pienso.

¡Probala y me contás! Vacunate contra el virus de la reunionitis. 

Por Guada Fernández | Líder en innovación y creatividad en ¡Mg! Consultora

Tal vez también pueda interesarte…