El taller más pedido y lo que me hizo pensar
Durante este año están siendo furor los talleres de storytelling. Este tema, que tiene años en la agenda de los que nos dedicamos a formación de comunicación y oratoria, por algún motivo se volvió viral en los pedidos de nuestros clientes.
Eso me hace pensar que quizás está siendo una necesidad que tenemos como sociedad: humanizar los discursos, empatizar, mostrarnos vulnerables, llegar desde lugares nuevos. Me encanta que esté siendo tan pedido, porque habla de que nos estamos dando cuenta de que conectar con el otro no es tan fácil, pero que tenemos posibilidades y herramientas para hacerlo cada vez mejor.
Las historias garpan. Y si son propias, mucho más.
Solo hay que construirlas, ensayarlas y probarlas para que den sentido a las ideas que queremos transmitir. Sé que decir “solo” puede hacer que parezca algo sencillo, y en realidad al principio no lo es. Sin embargo, una vez que tomás impulso, una vez que lo hiciste varias veces y vas acumulando experiencia, ese “solo” cobra real dimensión. Se vuelve exponencialmente más fácil. Y te prometo que con la práctica empieza a pasar “solo”, porque tu cabeza detecta posibles storytellings y de a poco les va dando forma y conectando puntos.
Storytelling no se trata de volverse autorreferencial. Ni de soberbia.
Storytelling bien usado es aprender a hacer metáforas con nuestra vida para facilitarle al otro el llegar a la idea que quiero decirle. Es pensar “quiero que mi idea te seduzca y te la cuento del modo que sé que más te va a gustar”. Es contar con el respaldo de siglos de sentarnos frente al fuego como sociedad a compartir vida.
Dejo por aquí este discurso de Steve que, para mí, es una clase magistral de storytelling. Cada idea está fundamentada por una historia propia diferente. Cada historia está construida para generar una emoción, con ritmos y climax super pensados y ensayados.
Tengo que confesar que me apasiona el tema. El storytelling bien usado me resulta una pieza de arte increíble. Y creo profundamente en esa frase de Galeano, que nos invita a convencernos de que, definitivamente, todos tenemos historias para contar:
Por Guada Fernández | Líder en innovación y creatividad en ¡Mg! Consultora
Tal vez también pueda interesarte…