En un mundo inundado de información, la simplicidad se ha convertido en un activo invaluable. En el ámbito de la comunicación de marca, “menos es más” no es solo un eslogan, sino una estrategia poderosa. La sobreabundancia de información puede ahogar el mensaje esencial y disminuir su impacto.

La simplicidad no significa falta de contenido, sino claridad y precisión. Un mensaje claro y conciso puede captar la atención de la audiencia de manera más efectiva que un mar de palabras y datos.

¿Cuál es el desafío en esto? Identificar el mensaje central que queremos transmitir a la audiencia para luego eliminar la información superflua.

Como comunicadores, a menudo luchamos contra el impulso de sobrecargar a la audiencia con detalles. Esta inclinación, más relacionada con nuestras propias inseguridades que con las necesidades de nuestros stakeholders, puede llevar a que nuestro mensaje pierda claridad y conexión con nuestra audiencia. Centrarse en los aspectos clave y permitir que la audiencia complete los detalles faltantes crea una conexión emocional más fuerte y memorable.

En la comunicación de marca, menos realmente puede ser más. Al enfocarnos en la claridad, la concisión y la relevancia, podemos crear mensajes que no solo capten la atención de nuestra audiencia, sino que también se queden con ellos. En un mundo saturado de información, la simplicidad no solo es refrescante, sino que es esencial para una comunicación efectiva.

En última instancia, se trata de comunicar de manera eficiente y significativa en un mundo donde cada palabra cuenta.

Por Natalia Gregorietti | Líder de proyectos de comunicación en ¡Mg! Consultora