Prepará a tu público para lo que va a venir. Andá metiéndolos en tema. Hacé que la experiencia empiece antes. Algunas formas que usamos nosotros:

• Preguntar la música que quisieran escuchar en un Google Forms (y armar una playlist y poner los videos antes de empezar, o en el break).
• Pedile consignas simples para hacer una semana o un mes antes en algún “save the date” que les mandes, como pequeños desafíos de Tik Tok o hacer algún gesto. Con ese material podrás crear gifs, videos o stickers y usarlos durante tu presentación. ¡Todo se percibirá súper personalizado!

Nadie se ofende si un evento termina un poco antes; al contrario, se agradece. Es preferible eso, a que te pases. En nuestro evento empezamos a las 10.00 y terminamos a las 14.00, pero para ese “puntualismo” ensayamos muchísimo (el punto siguiente) y calculamos tiempos “de más”. Teníamos una batería de posibles dinámicas o ideas muy simples de incorporar si nos sobraba tiempo, pero calculamos siempre de más, porque teníamos miedo de que los movimientos por el espacio de 600 personas fueran lentos (¡oh sorpresa! Éso no ocurrió… pero con solo agregar 1 dinámica de nuestra batería de backup conseguimos la puntualidad perfecta 😀 )

Este es el verdadero “ingrediente secreto”. No hay mucho más que decir de esto. Ensayando te das cuenta de todo: de lo que no tenés tan claro, de lo que podría hacerse más simple. Ensayá midiendo tiempos y pidiendo a los que te ayudan como público que te digan todo lo que piensan. Vas a sorprenderte de los resultados.

Hacé una lista de cosas que pueden pasar y pensalas en frío. Eso te ayuda a tomar decisiones drásticas que en ese instante es difícil que tomes, por la adrenalina o la emoción del momento. Por ejemplo: ¿qué hacemos si no llega toda la gente? Nosotros habíamos decidido que a las 10 se empezaba sea como fuere, y que queríamos volver eso una ventaja. Por eso, lo comunicamos antes con suficiente énfasis. Y armamos un video que arrancaba 40 minutos antes de que el evento empiece e iba marcando el ritmo. Por ejemplo: decía “andá buscando un lugar que en 10 empezamos”, “en cinco arrancamos…” y así.

La mayoría de los imprevistos, vueltos previsibles, pueden convertirse en una ventaja del evento.

Yo hice magia, y también hice que todos (todos) los que estaban en el salón hagan magia ellos mismos. Mi coequiper/aliado/mejorsociodelmundo (Diego García) hizo que las 600 personas se integraran en un canon musical épico. Por supuesto, cada acción tenía un sentido, pero qué lindo cuando podemos contar ideas nuevas sorprendiendo a nuestras audiencias. Animate a hacer algo diferente. Animate a traer una pasión al escenario.